La zona oscura
Ya lo decía mi padre. Después de lo del Fòrum, vete olvidando de coger el coche en Barcelona porque vas a tener una legión de guardias urbanos corriendo tras de tí en busca de esa multa que haga que el déficit municipal disminuya. Pues, ¿qué se creían? ¿Que la deuda la iban a pagar los de Indra o los de Telefónica?
Conciudadan@s conductores que pretendais aparcar vuestro coche en la calle para evitar las excesivas tarifas de los aparcamientos, os quedan tres meses para libraros de ese hijo tonto que es el coche, o, por el contrario, asaltar a cualquier padre o abuelo para que os deje utilizar dos veces por semana el garaje de su propiedad. La zona azul se transforma en la zona verde. Verde que te quiero verde, porque en Barcelona después de tanto diálogo sostenible -e insoportable-, cada dia somos más ecologistas. A mi más que zona verde me resulta zona oscura. Oscura en tanto que acreditar que eres vecino de la zona para poder pagar menos, exactamente la cantidad de un religioso euro semanal, será sin duda más complicado y más lento que renovarte el documento de identidad un viernes de julio.
En San Sebastián, donde estuve la otra semana, aparcar es realmente difícil. Allí funciona un sistema similar al que van a imponer en Barcelona; los vecinos donostiarras también deben pagar una cuota mensual al Ayuntamiento para poder disfrutar de una excelsa plaza de aparcamiento callejera. Sin embargo, el vehículo debe ser retirado en una hora para que haya rotación de plazas. Sólo puedes aparcar en la calle durante una hora y luego, de nuevo en busca de una plaza. Por supuesto, durante la noche no son tan estrictos, pero ya se pueden imaginar el caos circulatorio que hay en el centro de la ciudad a lo largo del dia si además se le suman los coches aparcados en doble fila y los autobuses esquivándolos a golpe de volante.
¿Será el fin del automóvil, del coche, el emblema del triunfo de la clase media? ¿Volveremos todos a la ecología a pie por tacaños? ¿Se llenará la ciudad, aún más, de ciclomotores ruidosos y horteras? ¿Se verá verde la ciudad de Barcelona desde el Meteosat?
Conciudadan@s conductores que pretendais aparcar vuestro coche en la calle para evitar las excesivas tarifas de los aparcamientos, os quedan tres meses para libraros de ese hijo tonto que es el coche, o, por el contrario, asaltar a cualquier padre o abuelo para que os deje utilizar dos veces por semana el garaje de su propiedad. La zona azul se transforma en la zona verde. Verde que te quiero verde, porque en Barcelona después de tanto diálogo sostenible -e insoportable-, cada dia somos más ecologistas. A mi más que zona verde me resulta zona oscura. Oscura en tanto que acreditar que eres vecino de la zona para poder pagar menos, exactamente la cantidad de un religioso euro semanal, será sin duda más complicado y más lento que renovarte el documento de identidad un viernes de julio.
En San Sebastián, donde estuve la otra semana, aparcar es realmente difícil. Allí funciona un sistema similar al que van a imponer en Barcelona; los vecinos donostiarras también deben pagar una cuota mensual al Ayuntamiento para poder disfrutar de una excelsa plaza de aparcamiento callejera. Sin embargo, el vehículo debe ser retirado en una hora para que haya rotación de plazas. Sólo puedes aparcar en la calle durante una hora y luego, de nuevo en busca de una plaza. Por supuesto, durante la noche no son tan estrictos, pero ya se pueden imaginar el caos circulatorio que hay en el centro de la ciudad a lo largo del dia si además se le suman los coches aparcados en doble fila y los autobuses esquivándolos a golpe de volante.
¿Será el fin del automóvil, del coche, el emblema del triunfo de la clase media? ¿Volveremos todos a la ecología a pie por tacaños? ¿Se llenará la ciudad, aún más, de ciclomotores ruidosos y horteras? ¿Se verá verde la ciudad de Barcelona desde el Meteosat?
1 comentario
Adrián -
Gracias por la información, Paula. A ver si nos vemos algún día con Ramon.