Eternal Sunshine of the Spotless Mind
Monteauk puede ser como Rosebud, un recuerdo que a pesar de las ganas o de las visicitudes no se puede olvidar. Y es que no se debe subestimar lo extrañamente poderosa que es la maraña de nuestra cabeza, como bien sabe Charlie Kaufman, guionista de las irreverentes "Como ser John Malkovich", y "Adaptation". En este caso, el tándem Kaufman-Gondry, repitiendo tras "Human Nature", nos cuentan con excepcional supremacía que cuando Clementine (Kate Winslet) deja a Joel (Jim Carrey), éste se somete a un lavado de cerebro para olvidarla cuando se entera que su ex-novia también lo ha hecho. Pero a mitad del experimento, asistido por un grupillo de post-adolescentes bajo el mando de un doctor con problemas conyugales (Tom Wilkinson), nuestro protagonista decidirá que en realidad no quiere olvidarla y luchará con todos sus medios posibles, es decir, con su cabeza, para evitar dejar atrás, y por siempre, los recuerdos. Con estos túneles de la memoria que recuerdan el claustrofóbico pasadizo por el que caía John Cusack en "Como ser John Malkovich", Gondry se aventura en esta apasionante historia que nos enseña, como dirían algunos, el cine-total: emoción y riesgo, no solo visual (y esos bellísimos y como ensoñados juegos de foco en las secuencias más íntimas), sino narrativo, una historia honesta, sin ninguna brecha que fracture el humor, el ritmo, las intenciones, o la poesía, y que te dejan irremediablemente ese rastro para que al día siguiente quieras volver al cine y de nuevo verla.
5 comentarios
edurne -
edmond wells -
Juan -
arantza -
Edmond Wells -