Camino de la cruz
Camino de la cruz (3/5 estrellas)
Más que narrar el camino de la cruz, el alemán Dietrich Brüggemann se propone explicarnos el vía crucis, que no es lo mismo, de María, una niña de doce años en busca de la santidad, y lo hace a través de catorce capítulos que son también catorce planos secuencia -de los cuales la gran mayoría son escenas fijas-, cuyos títulos aluden a las estaciones del Vía Crucis de Jesucristo. El objetivo que se pretende con ello es evidente, pero y pese al riesgo de que una estructura formal tan férrea eclipsara el relato de la película, Camino de la cruz consigue que en ningún momento perdamos la fe en su mensaje, a la postre, un toque de atención aliñado de mucho humor negro sobre los fanatismos y contra todo fundamentalismo religioso.
Así las cosas, Brüggemann no esquiva situaciones (desde el bullying escolar a los conflictos entre ciencia y religión) y en su relato, con todo, también abundan algunos lugares comunes y miradas inmisericordes algo fuera de lugar. No sucede con cómo dibuja a su joven protagonista, una chica no muy alejada de las jóvenes de su edad y que sólo busca amor y encajar en el mundo, con quien se muestra piadoso incluso en sus anhelos más delirantes. La inocencia de María no merece discusión: ella es una santa víctima.
Paula Arantzazu Ruiz
Crítica aparecida en La cartelera - Levante el 12 de diciembre de 2014.
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