ojos mutilados
"Y al igual que en Narciso veíamos en ella repetida nuestra propia figura deseada: sólo una leve distancia de agua nos separaba de la imagen, agua de nuestros sueños. Y de pronto el agua se secaba, el estanque se quedaba vacío ante nuestros ojos. Y en vez de los bellos ojos de la autómata, veíamos ante nosotros nuestros propios ojos arrancados, la imagen misma de lo siniestro […] Lo que en Buñuel-Dalí mostraban al principio de su Chien Andalou, el ojo rasgado, Hitchcock lo consumaba a mitad de película. Nuestro ojo perdía todo soporte de su unidad, unidad que se nos revelaba ficticia. Con ello, nos daba la clave fundamental para entender el film, para entender cualquier film: todo ese burbujeante mundo de ensueño, a través del cual circulaba una historia o narración aparentemente lineal, quedaba suspendida del hilo frágil e invisible que anudaba nuestro ojo soñador con el ojo de la imagen femenina."
Eugenio Trías, en "Lo bello y lo siniestro"
1 comentario
Guillermina -
(Volví fugazmente al blog con algunas pavadas que por ahí te interesen. O no. Igualmente, date una vuelta a saludar! (: )
Abrazo