'El secuestro de Michel Houellebecq'
El secuestro de Michel Houellebecq (3,5/5 estrellas)
Michel Houellebecq es un maestro en el arte de la boutade y de la incorrección política: sin pelos en la lengua, ha sembrado de puñetazos a la sociedad contemporánea su obra literaria a la vez que se ha convertido en un ava raris de la escena literaria francesa. Un amante de cosas tan dispares como las anchoas, la sobrasada de Mercadona y la prosa vertiginosa de Jean-Patrick Manchette es un bicho raro en toda regla.
Y tras prodigarse en recitales, festivales como el FIB y otras soirées más o menos exquisitas, de un tiempo a esta parte ha decidido que el cine es lo suyo y, aprovechando una extraña anécdota que aconteció en 2011, cuando la prensa le dio por desaparecido (quizá raptado por células de Al-Qaeda) al no presentarse a sus compromisos promocionales tras la publicación de El mapa y el territorio, se atreve a parodiarse a sí mismo en esta cinta policíaca a caballo entre el falso documental y la autoficción, más perversa que hilarante, más inquietante que abiertamente cómica. El secuestro de Michel Houellebecq nos enseña, a la postre, a un Houellebecq transformado en un bufón viejo, gruñón, aunque lúcido y en ocasiones hasta enternecedor. Quizá la edad haya atenuado la mala leche del escritor, pero no su capacidad para poner de los nervios a quienes han de aguantar sus roces. Aunque, todo sea dicho, el director Guillaume Nicloux, sale más que bien parado del experimento.
Paula Arantzazu Ruiz
Crítica aparecida en La cartelera - Levante el 29 de agosto de 2014.
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