El único superviviente
El único superviviente (3/5), de Peter Berg
No hace falta estar muy despierto para descubrir el spoiler, pues, en efecto, el título de la película adelanta por completo su final. Pero hay que juzgar de manera precavida el nuevo trabajo de Peter Berg como director; un filme basado en el best-seller autobiográfico del soldado Marcus Lutrell que originalmente tenía que haberse rodado antes de que Berg se hiciera cargo de Battleship, aquel loco y explosivo encargo de hace un par de años para Universal sobre el famoso juego de mesa de hundir la flota.
El único superviviente es primero una loa al cuerpo de marines. Ya sólo los créditos, un apabullante resumen de hasta qué punto preparan el estado físico de sus soldados, merecen un capítulo aparte. Su función es meridiana: el espectador observa esos brutales entrenamientos para poder estar a la altura de las circunstancias que se van a narrar, el acorralamiento de un comando en las escarpadas montañas de Afganistán. El cuerpo, de élite, liderado por Lutrell (Mark Wahlberg), recibirá metralla más allá de decir basta, caerá por pendientes imposibles, y será torturado por un paisaje áspero. En definitiva, recibirán golpes de los que duelen a los ojos. Es intensa, así que vayan con casco.
Paula Arantzazu Ruiz
Crítica aparecida en La cartelera - Levante el 3 de enero de 2014.
0 comentarios