2008 35th day

 

Guy Maddin es perfecto para empezar el otoño. Quizá es por eso uno de los favoritos en Sitges, donde ya ganó con  Dracula: Pages from a Virgin’s Diary. En él hay psicopatías de todo tipo: su cine muestra las neurósis que los filmes silentes, ya sean expresionistas, clásicos o cómicos, a los que homenajea con un siempre dramático blanco y negro de sonido ausente, no pudieron o no quisieron mostrar en su momento. Le etiquetan como el Lynch de Canadá, pero su mirada es más perversa porque su apropiación de las imágenes del pasado, recreándose una y otra vez en ellas, le confiere un ánimo más combativo, menos narcótico que el onírico autor de Inland Empire. Para quien quiera ahondar en su obra, los de Kinodelirio hicieron en primavera un dossier magnífico. En los States casi toda su obra está editada y aquí en menos de siete días se podrán adquirir dos cintas suyas: la de arriba nombrada y The Saddest Music of the World. A mi me gusta mucho Brand Upon the Brain!. Tiene un faro, vampiros y a Isabella Rossellini como narradora. Es perfecta.