redecora tu vida
La menta, esa aparentemente inofensiva plantita, fue la causante del desastre de las manchas. No eran ni las diez de la noche cuando tuvo lugar el primer incidente, y con éste, el primer dibujo rojizo en la moqueta. Demasiado aperitiv. Poco a poco y una tras una, las manchas se extendieron por el suelo aterciopelado del apartamento parisino. Ni los constantes embites de los invitados ni el apremio del anfritión consiguieron evitar el abstracto paisaje que quedó tras la cena. Con ese firme taconeo acompañado del grácil y ligero movimiento de las manos del baile grauler, ella, con tan hondo sentimiento, sólo quería dar la bienvenida, por fin, a sus amigos. Aunque la moqueta pagará por ello.
2 comentarios
ole ole -
ole maria -
He intentado acceder a la camara para eliminarlo pero ya ni siquiera la guarda en casa... estoy perdida.
Aun y asi, riego y hablo todos los dias con carino a la menta.