Nadie nunca quiso a Plutón ni aún antes de ser descubierto. Ni siquiera Perséfone, la raptada año tras año de su paraíso virginal. Ahora, el señor de los muertos pende de un hilo de ser lo que fue si es que en algún momento no se impostó lo que parece que no ha acabado siendo. Recapitulo. Tras ser descubierto Neptuno, la órbita de éste y la de Urano, los científicos todavía no habían encontrado una explicación que encajara a estos planetas dentro de la teoría newtoniana porque sus posiciones presentaban ciertas anomalías. A principios de los novecientos, comenzaron a considerar la existencia de otro planeta desconocido, Plutón, para explicar las perturbaciones descubiertas. El planeta, sin embargo, no eran capaes de encontrarlo. Uno de los investigadores más convencidos, y sustentador del programa de búsqueda iniciado, fue el astrónomo americano Lowell, que nunca logró ubicarlo. Fue tras su muerte, cuando en 1930 C.W. Tombaugh localizó finalmente el último de los planetas de nuestro sistema solar junto a su fiel barquero acompañándolo. Caronte y Plutón, no obstante, en el siglo XXI ya no son considerados planeta y satélite. El descubrimiento de UB 313, el asteroide más alejado inmerso en la masa del Sistema Solar y popularmente conocido como Xena, ha provocado un controvertido debate en el seno de la comunidad científica, ya que tiene un diámetro superior a Plutón, hasta ahora el último planeta, y nadie sabe ya con exactitud qué debe ser considerado como tal.
Nadie nunca quiso a Plutón ni aún antes de ser descubierto. Ni siquiera Perséfone, la raptada año tras año de su paraíso virginal. Ahora, el señor de los muertos pende de un hilo de ser lo que fue si es que en algún momento no se impostó lo que parece que no ha acabado siendo. Recapitulo. Tras ser descubierto Neptuno, la órbita de éste y la de Urano, los científicos todavía no habían encontrado una explicación que encajara a estos planetas dentro de la teoría newtoniana porque sus posiciones presentaban ciertas anomalías. A principios de los novecientos, comenzaron a considerar la existencia de otro planeta desconocido, Plutón, para explicar las perturbaciones descubiertas. El planeta, sin embargo, no eran capaes de encontrarlo. Uno de los investigadores más convencidos, y sustentador del programa de búsqueda iniciado, fue el astrónomo americano Lowell, que nunca logró ubicarlo. Fue tras su muerte, cuando en 1930 C.W. Tombaugh localizó finalmente el último de los planetas de nuestro sistema solar junto a su fiel barquero acompañándolo. Caronte y Plutón, no obstante, en el siglo XXI ya no son considerados planeta y satélite. El descubrimiento de UB 313, el asteroide más alejado inmerso en la masa del Sistema Solar y popularmente conocido como Xena, ha provocado un controvertido debate en el seno de la comunidad científica, ya que tiene un diámetro superior a Plutón, hasta ahora el último planeta, y nadie sabe ya con exactitud qué debe ser considerado como tal.
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