la felicidad del suburbio - una resumida introducción-
El incendio en el salón de la casa respondía, entre otras cosas, a las ganas de medrar en apariencia hogareña. En realidad fue cosa fácil. El detalle más arduo consistió en conseguir taparle los ojos al gato, principal testigo que podía ponerse en nuestra contra. Un poco de jamón dulce ayudó.
Tras meses de investigación de la agencia de seguros, donde no faltó el clásico metomentodo burócrata que insistía, cómo no, en hacer hablar al micifuz -nuestra arma de doble filo-, salimos victoriosos del embate y ahora cada día nos decimos entre sábanas que "pronto tendremos una terraza y habrán tapado el agujero del techo de nuestra habitación". Evidentemente, lo cubre el seguro.
El minino, por cierto, cada día parece más feliz viendo a las gaviotas volar por el boquete abierto justo arriba nuestro.
2 comentarios
Juan -
Spin Off -