
American Splendor, es decir, la desagraciada e inocua vida de Harvey Pekar y su centrifugada y hastiada visión de ésta en forma de comics, unos de los más populares del underground norteamericano a partir de los 70, este año se ha hecho celuloide. Más allá de explicar el Pekar's way of life -poco cabe decir de la intepretación de Giamatti y de la inmejorable puesta en escena, además del freakazo reportaje del autor de cómics & family en el festival de Cannes el año pasado(mirar extras en el DVD)-, los ápices que el biopic fílmico pretende bien podrían resumirse en una sola escena: el momento en el que Pekar-Giamatti, moribundo ante el cáncer que sufre, exclama:
"cuando muera, ¿el personaje continuará?".
Más que como una sesuda reflexión, la idea aparece en el film como un ímpetu, una ráfaga, como el temor ante el último suspiro: la persona, hecha personaje, mediante el exhibicionismo, artístico o mediático, y el miedo a que, a la hora de desaparecer, uno/a gane al otro/a. ¿Con quién de los dos querría quedarse el público, entonces? ¿Y con cuál, él mismo?
De momento, desde Cleveland, Ohio, todavía quedan
cosas que contar...
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