Donostiako Zinamaldia Nazioarteko 10
Desde Gros hacia el centro de Donosti. No hay apenas gente por la calle, y mucho menos taxis. Entonces aparecen las recuerdos del María Cristina, de la noche anterior. A primera hora de la tarde falló el jurado y no hubieron apenas silbidos. El Kursaal extendió por último dia la alfombra roja. Las entradas agotadas. Sin embargo, "Innocence", la ganadora de la sección Zabaltegi no gustó, y mucha gente del público se levantó de sus butacas a medida que avanzaba la lírica inquietantemente femenina del film. Muchos de ellos, quizá, querían ser los primeros en llegar al salón Excelsior del Hotel María Cristina. Ahí, inmensas y brillantes lámparas, moquetas bordadas, hilo musical de fondo, cucharitas con sus angulas, mil cámaras y mil fotos que hacer a Connie Nielsen, la ganadora de la Concha de Plata, -ella aguantando impertérrita ante los flashes, sonriendo en cada pose-. Las cinco salas brillando a través de las copas de cocktail de cava y de vino blanco. Seguro que Morgan Spurlock se llevará como souvenir alguna botella de tinto riojano, después de charlar y charlar esa noche de la dieta que tuvo que seguir para poder curar su hígado tras la ingestión super size de hamburguesas prefabricadas. Y se llevará muchas imágenes. Sin duda.
El Rantanplán -la discofashion de moda, recordemos-, lleno hasta las esquinas de los lavabos, fue el siguiente punto de encuentro para cerrar el festival. El protagonista de "El Cielito" y sus inmensos, redondos ojos negros, se acercaba por entre la maraña de gente, te sonreía, y te preguntaba que cómo estabas. La parte de la izquierda de la discoteca sigue siendo donde la gente baila más, y en la derecha se mueven menos al tener que aguantar, sonriendo o mirando al suelo, el whisky, el gin-tonic, o el ron con cola y limón exprimido. En la terraza alargada se veía la playa, la gente se tiraba desde la baranda hacia la arena. Algunos críticos de cine se juntaron con sus copas oscuras en la mano, y se oyó como a uno de ellos le agradecían el haber haber citado a otro de los del corrillo. La música continuaba siendo horrible. Pero creo que ya la estoy echando de menos.
(El nihilista resultó no ser tanto como nos hizo creer. El encargado del cyber al que íbamos parecía muy preocupado por la desaparición de una isla del Caribe el otro día, pero nunca más llegué a preguntarle. Las calles de la ciudad son extremadamente resbaladizas y si no vas con cuidado es fácil comerse toda la acera. Aunque al caminar por Donosti te llegas a sentir como en casa. Hay sólo dos tiendas de discos chulas, en el casco viejo, muy cerquita la una de la otra. No escuchamos a Los Planetas en ninguno de los bares que fuimos, y eso que fueron bastantes. El pincho de tortilla con zumo de naranja recién exprimido es uno de los mejores desayunos del mundo. Aquí te sirven los mejores cubalibres de toda España. Los pases de prensa para ver películas son lo más del periodismo, y sobretodo si son en el Teatro Principal de Donosti. Y las películas.. ¡ah! ¡claro! Las películas fueron muchas y diversas, una media de cuatro al día. Como tono general del festival, mucho cine social, honesto pero también demasiado bienintencionado sin contar casi nada interesante, comprometido, reflexionando y/o contextualizando la violencia, la guerra, el autismo tras éstas; pocas superproducciones y alguna que otra empanada mental -como la coreana "Spider's Forest"-. Chabrol, de nuevo. Allen, la estrella. Bridges, estupendo. Benning, encantadoramente agradecida. También alguna que otra patada voladora de los chinos, que se muestran cada vez como mejores magos en eso de filmar. Este año, el palmarés se repartió de modo muy ecuánime.)
El Rantanplán -la discofashion de moda, recordemos-, lleno hasta las esquinas de los lavabos, fue el siguiente punto de encuentro para cerrar el festival. El protagonista de "El Cielito" y sus inmensos, redondos ojos negros, se acercaba por entre la maraña de gente, te sonreía, y te preguntaba que cómo estabas. La parte de la izquierda de la discoteca sigue siendo donde la gente baila más, y en la derecha se mueven menos al tener que aguantar, sonriendo o mirando al suelo, el whisky, el gin-tonic, o el ron con cola y limón exprimido. En la terraza alargada se veía la playa, la gente se tiraba desde la baranda hacia la arena. Algunos críticos de cine se juntaron con sus copas oscuras en la mano, y se oyó como a uno de ellos le agradecían el haber haber citado a otro de los del corrillo. La música continuaba siendo horrible. Pero creo que ya la estoy echando de menos.
(El nihilista resultó no ser tanto como nos hizo creer. El encargado del cyber al que íbamos parecía muy preocupado por la desaparición de una isla del Caribe el otro día, pero nunca más llegué a preguntarle. Las calles de la ciudad son extremadamente resbaladizas y si no vas con cuidado es fácil comerse toda la acera. Aunque al caminar por Donosti te llegas a sentir como en casa. Hay sólo dos tiendas de discos chulas, en el casco viejo, muy cerquita la una de la otra. No escuchamos a Los Planetas en ninguno de los bares que fuimos, y eso que fueron bastantes. El pincho de tortilla con zumo de naranja recién exprimido es uno de los mejores desayunos del mundo. Aquí te sirven los mejores cubalibres de toda España. Los pases de prensa para ver películas son lo más del periodismo, y sobretodo si son en el Teatro Principal de Donosti. Y las películas.. ¡ah! ¡claro! Las películas fueron muchas y diversas, una media de cuatro al día. Como tono general del festival, mucho cine social, honesto pero también demasiado bienintencionado sin contar casi nada interesante, comprometido, reflexionando y/o contextualizando la violencia, la guerra, el autismo tras éstas; pocas superproducciones y alguna que otra empanada mental -como la coreana "Spider's Forest"-. Chabrol, de nuevo. Allen, la estrella. Bridges, estupendo. Benning, encantadoramente agradecida. También alguna que otra patada voladora de los chinos, que se muestran cada vez como mejores magos en eso de filmar. Este año, el palmarés se repartió de modo muy ecuánime.)
11 comentarios
Sergio -
arantza -
sergio -
SOUVENIR -
aaayyyyy que me pierdo con tanta chica en tu vida...
sergio -
SOUVENIR -
aran -
SOUVENIR -
Más o menos como el Mar de los Sargazos...
felip -
Spider
arantza -
SOUVENIR -