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La Copa de Europa

sol y sombra

sol y sombra Me gusta cuando abro los ojos y el gato aún tiene las hileras de sus párpados en forma de arco. Me levanto, y él todavía tarda en salir del embrollo en el que se ha convertido bien dentro del edredón. Hay días en que se queda así toda la mañana, e incluso, parte de la tarde.  Hoy me he detenido a observarle -medio enferma en casa, entrevista con El ChicoEspina, un recuerdo, y dos destinos: Almería y Australia, muy lejos el uno del otro-, y tras percatarse de mi presencia, nos hemos mirado varios segundos. Sin dudarlo, ha continuado con su interminable siesta, y su colmillo amenazante y vacilón casi rozaba la manta.

3 comentarios

ganso -

que envidia ser gatito para estar todo el día sobando, y vaya colmillo cabrón que tiene jeje no muerden, no?
Que recuerdos de almería,las negras,las calas, y ese cabo de gata, que gran sitio.
un abrazo tía y recupérate pronto.

grauler en pleno choque cultural -

eso eso, almeria, el punto bohemio emergente, no cabe duda. Aqui te digo yo que al homer no le verías el pelo, cambiaria la manta por martinis en las terrazas y las gafas de sol y quien sabe si, para vacilar, se pondria a recitar a lorca o a bisbal silvando un acento andaluz entre sus colmillos. Barcelona le aburre, está pasada de moda como michael nite.

flexo -

pues es lo que tienen los gatos, que son vacilones como ellos solos e independientes como el que más...¿cómo es la noticia? ¿van a unir almería y australia con tren? ;)))...me pasee por el chico espina y por ese recuerdo, bueno el recuerdo suena, no sé cual es pero por aquí suena

un abrazo