you should never feel alone in this world
En casa de un amigo en Japón (tengo muchos amigos en Japón, es extraño, pero esto es así), una noche, con invitados, y había una mujer, amiga de todos, que había muerto un tiempo antes. En el salón, al fondo, estaba su foto y en un jarrón, sus cenizas. Cada invitado que llegaba la saludaba. Estaba Nagisha Oshima que trajo su último guión para que ella fuera la primera en leerlo. A la hora de comer, el primer plato fue para ella. Estaba presente. Estaba viva.De golpe,
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